La presidente de Argentina ha anunciado el fin de la Ley de Convertibilidad, la que debe votarse en el Congreso Nacional.
Dando por hecho este "trámite", es importante ver las implicancias que no se ven en la superficie. Para ello hay que tener presente que dicha ley, que impuso Cavallo en 1991, estipuló que no se puede emitir más dinero en circulante que lo que hay en reservas, lo que implica que para emitir dinero, debe tenerse reservas previamente en el Banco Central.
Por otro lado, otra implicancia relevante es dicha norma impedía el uso de libre disponibilidad de las reservas del BCRA.
¿Qué cambiará de aquí en adelante?
Pues bien, la respuesta es sencilla, a través de la eliminación de la citada ley, es que el gobierno se asegura de poder emitir la cantidad de dinero que desee a futuro sin límite alguno. Esto por un lado, de verificarse dicha emisión, hará que se devalúe nuestra moneda en base al incremento del circulante sin su correspondiente reserva.
Por otro lado, y lo que más me preocupa, es que se tendrá el poder de utilizar las reservas de manera libre, por lo que con ese dinero se podrá seguir la fiesta del gasto público.
Es preciso ver bien en qué se va a destinar, quien dice que con eso compran YPF y con los dividendos que reparte anualmente van recomponiendo las reservas, eso sí, no cambiará la situación de la producción petrolera a nivel local y seguiremos importando tanto combustible que continuará el déficit fiscal argentino.
Es tiempo de pensar fríamente qué país queremos y proponer un plan de gobierno acorde a lo que se necesita y no lo que se desea. Sin planificación no hay empresa posible que se sustente y un país es la mayor empresa que se tiene.
Saludos
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