PRÓXIMO CURSO DE ANÁLISIS TÉCNICO EN BUENOS AIRES / OCTUBRE 2012

miércoles, 25 de agosto de 2010

La ceguera de Anton y el capitalismo Moderno

La ceguera de Anton y el capitalismo moderno: ¿Estamos comenzando a ver la realidad?

L
A ceguera de Anton es una enfermedad que implica una ceguera pero donde la persona vive una negación psíquica de la misma.
Esto implica que no llega a reconocer su enfermedad y por lo tanto vive como si ello no sucediera en la realidad cotidiana de su vida.
Habiendo aprendido sobre ella en un artículo al azar mientras esperaba entrar a una reunión, se me ocurrió jugar un rato con mi cabeza y empecé a plantearme si no es que en estos tiempos el capitalismo no está viviendo justamente un síndrome de Anton.
Con ello pretende expresar que el capitalismo que vivió la humanidad en las últimas décadas (sino desde su mismo comienzo) no representó todo este tiempo una especie de rey sol en donde los individuos sucumbían ante su belleza sin considerar la realidad.
Fundamentos
El capitalismo moderno sembró la semilla de la individualidad, así, economistas como Smith expresaban que el bien común radicaba en el bien que cada individuo pregonaba para sí mismo. Frente a problemas que vayan surgiendo se esconde la mano invisible que todo lo solucionaría.
Lo que comencé a ver desde hace un tiempo atrás a la fecha, más precisamente desde el inicio de la crisis del 2008 y que sigue, es que el modelo capitalista posee problemas de base, esto implica que no considera la actual crisis como un escollo más que se superará y listo, sino que el problema es mayor aún y se encuentra el mismo modelo de acumulación de capital.

Tome menos como caso que las empresas y personas, todos los que vivimos en el modelo capitalista, estamos siendo motivados para consumidor de manera permanente. Es que sin consumo el capitalismo no funciona y de allí los graves problemas que hoy en día se viven en países como USA en donde el 70% del PBI proviene precisamente de ese ámbito.

No estoy en contra de que vivamos mejor pero creo y es evidente que las diferencias entre pobres y ricos es tal y continúa expandiéndose, que llegará un momento en que un solo individuo o corporación dominará todo.
En sí ello no sería nada malo sino implicara un problema para el resto de los mortales pero esto tiene graves implicancias.
Viendo como se manejaron los mercados en retrospectiva se puede ver que en sus inicios existía un intercambio en base a necesidades que tenían las personas, así, una persona con excedente de carne vio la posibilidad de cambiarlo a otro individuo con excedente de trigo, de allí es que con el tiempo era mejor en lugar de viajar configurar mercados en donde se encontraban todas las personas con excedentes o necesidad de cambiar un bien por otro que valorara más.

Lo que hoy en día se vislumbra, en base a mi humilde opinión, es que se ha perdido la clara diferencia que existe entre precio y valor. Como lo expresa claramente Warren Buffett, el precio es lo que se paga mientras que el valor es lo que se obtiene.
Al referirme a esta cuestión no solo pretende exponer ello únicamente a los mercados bursátiles, sino también a otro tipo de cuestiones como ser sencillamente nuestras vidas y tiempos.
El capitalismo actual se caracteriza por haber abandonado un intercambio de mercaderías desde un enfoque de necesidad para pasar a un claro enfoque de lograr un lucro.
Esto tiene grandes implicancias para la humanidad toda que no creo que los seres humanos hayamos entendido en profundidad.
Por ejemplo: ¿te preguntaste alguna vez que haces con tu tiempo? Tomaste conciencia que vivís en un modelo en el que tenés que levantarte muy temprano, le dedicas muy poco tiempo a “tus seres queridos” y debes trabajar hasta tarde?, ¿tiene eso sentido? ¿Dónde están los beneficios de eso si ganas determinada cantidad de pesos por mes y no te alcanza?.
Este capitalismo no tiene un fundamento que sea sostenible, aunque no creo que el mundo aún esté preparado para concebir otro de momento hasta que el presente no fracase en su totalidad. Somos hijos del rigor y está comprobado que chocamos con la misma piedra permanentemente.
Otra situación considerar es que las nuevas tecnologías solo están beneficiando a las corporaciones pero no así al ser humanos, analicemos: Tengo una empresa Pyme con 78 trabajadores, compro una nueva máquina que hace la producción no solo de mejor calidad y sin errores y además bajo un 60% los costos. Es lógico que lo debo hacer ya que si no mi competidor sí lo hace y quedo fuera del mercado.
Me pregunto: ¿de qué van a vivir los trabajadores que se quedan sin trabajo?
Esta es una cuestión que estamos viviendo como sociedad y que cada vez tendrá un mayor impacto en todo el mundo y que no veo como culminará sino con más desempleo y claro, mas crisis de déficit fiscal…..

Envejecimiento de la población
Todos los meses es un rito para mi leer la carta de Bill Gross de Pimpo les escribe a quienes invierten es sus fondos de bonos. Sus cartas me encantan ya que no hablan ni de rendimientos ni ganancias, sino de aspecto que tienen que ver con la economía y situaciones que tendrán enorme impacto a futuro.
En su carta de agosto su análisis se focalizó en el problema (que aún no se habla tan abiertamente) de el envejecimiento de la población mundial.
El mundo, si bien depende de cada país en particular, está mostrando que los efectos positivos del baby boom de la posguerra y el crecimiento económicos que ello desató se está terminando. No sólo eso, sino que cada vez hay más personas que se jubilan y viven más tiempo y que cada vez menos gente trabaja para sostener dichas jubilaciones. Países como Japón y Alemania son claros representantes de esa circunstancia al igual que Estados Unidos y otros muchos países de Europa.
Me pregunto: ¿Cómo harán los Estados para pagarles? Acaso se deberá trabajar hasta los 90 años en las próximas décadas.
Es así que regreso al síndrome de Anton y creo que el actual capitalismo está cerrando una visión que con la esperanza de alcanzar una mejora económica, obnubilaba al ser humano, quedando claro que dicha promesa fracasó.
La crisis actual está dejando ver que el modelo no es sustentable, no lo es por ejemplo que toda la producción de bienes se focalice en países como China y los países occidentales nos endeudemos para comprar dichos bienes. Acaso no se precisa de un rebalanceo de eso en el tiempo. ¿Será bueno dar un descanso para llegar a un más sano equilibrio?
En lo personal veo que existe una base de personas que están comenzando a ver eso (me incluyo), así, ONG´s y más movimientos sociales van lentamente tratando de establecer límites a los mercados, pero aun no es suficiente.
Pienso en lo más intimo de mi ser que verdaderamente debemos dejar de lado nuestro propio síndrome de Anton y comenzar a gestar un modelo mas sostenible en el que las próximas generaciones tengas la simple esperanza de mejorar y crecer con una igualdad mayor.

No pretendo para nada que seamos iguales ya que nadie es igual a nadie, pero esto nos llevará hacia un camino sin retorno y en el que todos perderemos.-
Es hora de que abramos los ojos y veamos la realidad y actuemos, yo al menos lo estoy intentando…y vos?
Diego Longoni
cursodeimpuestos@gmail.com