Hace tiempo que tengo ganas de escribir algo sobre el cambio de paradigma bajo el cual estamos viviendo en los últimos años.
El mundo capitalista, tal cual lo hemos vivido en las últimas décadas, ya no existe más. Estamos frente a un movimiento de choque entre lo que Toffler definía como olas, pero no las olas que él precisamente definía sino de olas de modelos económicos.
Lejos de pretender tener la razón, creo bajo una visión personal, que es el comienzo de un cambio de fuerza de poder político y económico en el mundo entero, situación que por lo general, se produce con cambios violentos en varios aspectos, sociales, políticos y claro, económicos.
El mundo en donde Estados Unidos dominaba ampliamente el mundo, parece no ir más por dicho riel, desde hace tiempo, en el ámbito económico, países como China, India, Brasil y otros, están comenzándose a inmiscuir en el PBI global con mayor injerencia. Lo contrario sucede con las economías que hasta hoy, eran consideradas desarrolladas como Estados Unidos y Europa.
Tenemos por delante un mundo diferente, no se si mejor o peor, pero diferente. La crisis de deuda es muy relevante y con ello las consecuencias no se solucionarán así nomas.
Nos espera una economía de ajuste o gran inflación, en ambos casos, malo para el mundo en el largo plazo.
A nivel local, si bien las condiciones de bajas tasas a futuro (al menos hasta el 2013 según la última reunión de la FED), continuarán favoreciendo precios altos de materias primas, la inflación está comenzando lentamente a hacer lo suyo.
El ser humano se excedió demasiado en su ambición y codicia, lo cual ahora deberá pagar, lo malo de todo ello es que quienes deben pagarlo no lo harán y una vez más, los platos rotos tendrán que ser arreglados por los sectores menos pudientes (aumento de impuestos, reducción de calidad de vida y todo eso).
La crisis actual, lejos de ser tan sólo una crisis económica - financiera, es una crisis ética del ser humano. hasta que no entendamos que somos todos unos, y necesitamos una mayor equidad, no habrá avances.
Con ello no pretendo decir que somos iguales, ya que no lo somos en nada, nadie tiene la misma habilidad para una u otra cosa que otra persona ni para hacer dinero, criar hijos u otras tareas. Somos seres únicos, pero existen condiciones básicas que en pleno siglo XXI aún no hemos resuelto como ser niños con hambre y familias sin hogar ni dignidad que es peor aún.
El mundo, comenzando desde sectores jóvenes se está revelando, pero los políticos en lugar de ello están actuando con violencia sin comprender anda de lo que ocurre. Esto hace pensar que de momento no cambiará nada.
Esto proceso de cambio llevan décadas y siglos, el imperio romano no se cayó de un día para el otro, sino que demoró siglos, y lo mismo será con el cambio de eje actual.
Esperemos que esta vez, entendamos que los tiempos son otros y debemos abandonar los viejos pensamientos egoístas y primitivos, y busquemos no sólo el bien individual que nos llevó al fracaso, sino comprender que si al otro le va mal, en algún momento me irá mal a mi.
Saludos y a no perder la esperanza.
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