Soy un fanático de la filosofía y la sociología. Es que entender el mundo en el que vivimos nos hace mejores inversores y nos lleva a comprender cabalmente la vida de la sociedad moderna. Es difícil vivir tranquilo en un contexto que no se conoce.
En esta ocasión me gustaría hacer un repaso, más bien tendiendo a volver a poner en blanco para mí mismo, el contexto en el que estamos parados.
Aquí traigo una vez más al filosofo Zygmunt Bauman, quien creo el concepto de Modernidad Líquida.
La idea central de la sociedad líquida, se fundamenta en que han desaparecido las cosas sólidas de la vida, esto es la estabilidad. Los trabajos ya no se tienen más de por vida como sucedió a nuestros abuelos, la economía no es predecible por un tiempo al menos, y así sucesivamente.
Esto no es una visión negativa de la vida, sino una descripción tan sólo de lo que cambio. Allí es que radica el cambio de paradigma. Pasamos de una sociedad sólida a una líquida.
Me pregunto lo mismo que Bauman. ¿Es posible construir una mejor sociedad con cimientos líquidos y no estables?
Vemos a las nuevas generaciones Y, X o como se la quiera denominar de aquí en más, que tan sólo se ocupan de vivir el presente. Eso por un lado es bueno y es respuesta seguro a un rechazo de lo que vivieron los padres, más aún en el caso de Argentina en donde gran parte de las familias tienen orígenes humildes y de grande luchas, por ejemplo en el caso de familias de inmigrantes italianos o españoles entre otras.
Gran parte de nuestra vida cotidiana se ha vuelto inestable y esa inestabilidad no nos permite avanzar como civilización.
Existe una clara tendencia al individualismo y sólo importa el yo, la riqueza inmediata y la satisfacción momentanea.
¿Cómo me influye en las inversiones esta sociedad líquida?
Pues le imprime un mayor sesgo de riesgo, la hace mas inestable y volatil. Las personas pierden la paciencia y buscan resultados ya. Tal vez por eso le fue tan bien a inversores de valor como Buffett en donde han logrado apartarse de la vida líquida y buscan un campo fertil sólido en donde colocar el dinero y esperar a que los resultados lleguen.
Se destaca entonces que en un mundo más líquido y voraz, las mejores oportunidades vendrán para el inversor paciente y sólido, lo que implica no estar todo el día viendo los mercados (ansiedad), sino que una vez que se sabe que comprar y a qué precio, el resto es disfrutar de la vida, la familia.
Se debe volver a la vida de antes, a tener tiempo para uno, lo que te gusta y disfrutas. Se pasó a un mundo en donde la gente no tiene literalmente tiempo de vivir. Todo el día trabajando en la oficina y en su casa para sólo pagar cuentas.
Esta sociedad líquida llegará tarde o temprano a su fin y vendrá algo nuevo. No sabemos cuando pero cada vez se está más cerca de ese límite.
Llegado dicho momento no sólo surgirá una nueva vida para todos, sino que cambiará la visión sobre lo que es y cómo se debe invertir.
Saludos
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