Ver la economía en el largo plazo es muy fácil, aunque suene un poco egocéntrica la frase es la realidad. Claro está que en el corto plazo es imposible ver qué ocurrirá con certeza.
Decidí con un grupo de amigos hace tiempo hacer apuestas sobre el valor del dólar en la Argentina y resulta que el consenso de suba del mismo dio como resultado una respuesta acertada al actual dolar. Es más, el nuevo consenso de cumplirse, nos daría un dolar de entre 9.50 / 10 para marzo del año 2014.
Fuera de eso, que evacua gran parte de los mails que nos llegan consultándonos, el mundo, tal cual lo expresó Greenspan, vive constantes tiempos de exhuberancia irracional.
En la Argentina de los años 90 fue la permisiva conducta del Estado en términos de financiar consumo con deuda y acumular intereses que tarde o temprano no se podrían pagar (ven lo fácil de saber los fines de ciclo verdad??).
Hoy la cuestión es otra. En el ciclo que comenzó tras la devaluación, Argentina tenía gran capacidad instalada sin utilizarse y costos en dólares bajos. Ahora bien, a medida que la economía se recuperó ( y valla que lo hizo), las mejoras de salarios y la falta de inversión implicó un encarecimiento paulatino del denominado costo argentino.
Hemos llegado a un momento relevante del modelo según muestran los números del Indec, ya que el año pasado no hubo casi crecimiento (de hecho el cupón PBI no se pagará a fines del presente 2013 en base a ese bajo crecimiento), pero la inflación elevada permanece en los bolsillos de los ciudadanos.
Para seguir mejorando se requiere de ampliar la inversión entre otros puntos y así, mejorar la oferta y bajar la presión sobre la inflación.
Se debe bajar la emisión para financiar el déficit y claro está, debemos bajar un poco el consumo. Me pregunto: ¿Es un pecado bajar la velocidad del auto en una curva para luego seguir acelerando en la recta? Claro que no, pero para un país seguir acelerando implica aumentar la posibilidad de quedar fuera de juego y salir de la autopista.
Es momento de hacer algunos cambios para que el país continúe creciendo y haciendo más redistribución de riqueza y así alcanzar un desarrollo sostenido.
Veremos si como país somos capaces de ello...ya que sino el largo plazo nos alcanzará y vendrá otra crisis, fácil de predecir nuevamente.
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